lunes, 16 de mayo de 2011

Sobre la atención y el pánico (Silo en charla de 1989)


El pánico, por ejemplo, se produce por un total olvido de sí mismo.  Todo es reflejo. El pánico no es sólo lo que se ve en las  películas cuando se incendia un edificio,  muchísima gente vive en  estado de pánico, está  totalmente alterada, olvidada de sí misma. Está  imaginando que va a perder su trabajo,  que se va a enfermar, que se va a quedar solo,  que se puede morir en cualquier momento. No dirige nada,  ni con su atención ni con sus imágenes, está  sometido al pánico. El miedo a la vida,  por ejemplo, es básicamente olvido de sí mismo. Esto tiene muchas consecuencias,  pero  lo interesante es que serla muy útil tener distintos registros de atención hasta  que  uno calibre la que le conviene. Si uno la trabaja con suavidad, si a uno le gusta finalmente, todo está hecho, la cosa cambia  enormente. No sabría decirte si uno se pone más inteligente, pero por lo menos no se pone  más idiota. Es largo el tema, claro, pero los registros de la atención que se ven en retiros, encuentros, todo esto, traen muchos beneficios. No son cosas mágicas, simplemente saber cómo son esos registros.